La Vida Templaría

La Vida Templaría

Templarios y caballeros, la vida templaría es una sucesión de batallas y cada batalla nos plantea un nuevo escenario, con un nuevo guion, nuevos personajes y también todo eso incluye nuevos desafíos. Y para estar en pie en esas batallas hay que adaptarse al nuevo escenario, como un verdadero soldado de la Blanca Milicia de Cristo, porque si nos quedamos aferrados en el escenario anterior, la vida templaría sigue, y no nos podemos permitir perder el tiempo haciendo planes.

Caballero y Templario, sé guerrero, toma partido en la contienda que vives, portando las herramientas que dispones, con orgullo, valentía, tu llevas la luz en ti. Reconócete como tal, porque eres un Templario seleccionado amorosamente, elegido para las mejores batallas ,porque ese implacable deseo de saber, conocer, ir y venir, tus etapas de logros y triunfos, así como las que son desafiantes y de gran dolor.

Esa montaña rusa por la que todo Caballero  Templario pasa, te hacen plantearte ¿Quién eres?…¿Qué haces aquí? y al final, ves que aunque pierdas batallas siempre ganas las guerras de la vida , de la vida templaría que te da esa seguridad , que te la dicta el corazón, que es la que corresponde a un Templario, a un Guerrero de la Luz


Templario y Caballero, Guerrero, en nuestra vida templaría vemos que en cada hombre descansa el alma de un niño, si ésta lo abandona, él se convierte en nada porque la inocencia también es sabiduría. Es en el espíritu de cada uno de nosotros, donde la inocencia se transforma en los actos más imprevistos, porque la inocencia es un estado del alma limpio de toda culpa. Tanto la imaginación del niño que fuimos y somos, tiene el encanto del adulto que aún conecta con su niño interior. Si este niño nos abandona, el adulto no es nada.

Caballeros y Templarios somos los aventureros de riquezas inimaginables, somos, solo si lo deseamos los que podemos expresar lo inexpresable, con la sinceridad que solamente los niños pueden reflejar. Donde existe la inocencia no hay espacio para el daño y la madurez es el florecimiento para recuperar la inocencia.

Templarios y caballeros, en nuestra vida templaría cualquier camino no es tan solo un camino, es el camino lleno de Fe, que te lleva hacia la Caridad de tu corazón, la Templanza de tu espíritu y te trae la Sabiduría necesaria para seguir con la Palabra de Dios, y no es ninguna ofensa, puedes apartarte de él y abandonarlo si así lo dicta tú corazón, pero piénsatelo que es una prueba más que hay que superar.


En nuestra vida templaría, tu Caballero Templario tan solo mira y observa el camino de cerca y conscientemente, hazlo cuantas veces creas necesario, después pregúntate si el camino tiene corazón, y si lo tiene el camino es bueno, si no lo tiene, entonces no sirve para nada. Sé siempre agradecido con tu Maestre, que, desde su forma de ser bondadosa, siempre te ayuda a ser más humano, más sensible, más empático, más sencillo y humilde.

Templario y caballero, en nuestra vida templaría siempre tenemos nuestro guía,  es nuestro Maestre , es ese hermano que de una manera inesperada supo escucharte comprensivamente, ese hermano que te aconseja y ayuda a revelar la riqueza interior en ti escondida, ese hermano que corrigiéndote amorosamente desde su cariño, te guía por un buen camino, ese hermano que con su vida incansable pero templaría y guerrera te enseñó a luchar, ese hermano que día a día te trasmite optimismo y positividad, animándote a crecer y te acepta como eres, ese hermano que descubriste un día cualquiera, pero en el momento preciso, para que se quedará siempre en tu corazón,  en tu vida templaría .

Caballero y Templario, en nuestra vida templaría también nos equivocamos, pero con Paciencia y Fe, siempre rectificamos nuestras confusiones y elegimos el camino de la Luz, para mayor gloria de Cristo Nuestro Señor.

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