La Orden Templaria SMOTH-MIT

Con Un Solo Corazón

El ayer y el hoy de una Orden del Temple con un solo corazón. En la Edad Medieval, nuestros hermanos ancestrales, protegían y defendían a los peregrinos que se dirigían a Tierra Santa.

Nuestros hermanos, Damas y Caballeros Templarios, en la actualidad y a diario, protegen y cuidan a la Humanidad. Luchan sin descanso en las batallas más duras que un ser humano pueda imaginar. Y lo hacen con los mismos Principios y Valores que antaño.

Con el mismo sacrificio y nobleza por los demás, sin importar quién o de donde son. Con la misma entrega y pasión. Mujeres y hombres, Damas y Caballeros, hermanas y hermanos entregados a la misma causa, y unidos por el mismo Propósito, el de Dios. Corazones regalando Amor.

Guerreros y soldados de la Blanca Milicia de Cristo, combatiendo, luchando, muriendo y viviendo, caídos y vueltos a levantar, un día y otro más, sin descanso, sin alivio.

Solamente una sonrisa, un beso en la mejilla, un “gracias hermana/hermano”, es suficiente para recobrar fuerzas y continuar luchando en la batalla de una guerra que no tiene final.

Una Orden la SMOTH-MIT, 56 Países y una ONG-TEMPLARIOS DEL MUNDO. Haciendo realidad los sueños. Cambiando el Mundo. Creando Futuro. El ejemplo más elevado de la palabra cristiano. La humildad y la Bondad creciendo en cada acto, en cada mirada y en cada abrazo.

Navegar con el mar en calma es fácil, cualquiera se atreve hacerlo. Pero hacerlo en plena tormenta solo los mejores navegantes son capaces.

Priores, Comendadores, Grandes Oficiales, Damas y Caballeros Templarios, La Blanca Milicia de Cristo, conquistemos todos juntos los corazones del mundo, estén donde estén, con los medios de que se disponga, en bien de la humanidad.

Con la palabra, el ejemplo y la misma entrega que lo hizo Nuestro Señor Jesucristo, porque vosotros estáis en El y Él está en vosotros, para mayor Gloria de Nuestro Señor.

+++Nada para nosotros, Señor, nada para nosotros, sino a Tu nombre sea dada la Gloria+++

Compartir

Un comentario

  1. Gracias por existir!¡ no sabía que existían con tanta generosidad hacia el ideal de Nuestro Señor Jesucristo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *