Nuestro Yo Templario

Nuestro Yo Templario

Templarios y caballeros, descubramos nuestro  »yo» Templario, que es el ‘todo’. Somos hermanos templarios, como una gota de agua de un océano infinito. Y ¿Qué gota es más que otra? Ninguna, todas son diferentes, pero auténticas y la esencia es la misma en todas ellas.

Templario y caballero, guerrero, todo llega cuando no esperas nada, por lo tanto, vamos a mirar la vida con tranquilidad, desactivando miedos, egoísmos e ideas negativas que pongan alambres y espinos en nuestros pasos, nuestra mente está abierta a cualquier ventana para poder descubrir nuestro yo templario, por lo tanto, no esperemos nada y esperemos todo, porque al final, todo llega…

No esperar nada y permitir que las cosas lleguen, es actuar con equilibrio, apertura y permisividad interior, y si fracasamos en un proyecto, no tenemos que rendirnos ni atribuirnos esas nefastas ideas en pesar que no somos aptos, hábiles o capaces. Solo es cuestión de reorganizar y poner en orden los pensamientos, aprender de todo lo sucedido, obtener un aprendizaje y enfocarse de nuevo hacia ese propósito.


Caballero y Templario, confía en tu «yo» templario, porque en ocasiones, muchas de esas actitudes limitantes parten de nuestra propia personalidad, de indecisiones, de miedos, de cerrarnos puertas casi sin darnos cuenta porque preferimos seguir habitando en nuestro “círculo de seguridad”.

La vida siempre está un paso más allá de nuestra zona de confort. Es ahí donde las cosas pasan y donde todo llega. De la vida no esperes demasiado, ni mucho… tan solo lo que te mereces …y quédate con saber que intentaste todo lo que quisiste, que tuviste todo lo que pudiste, que amaste todo lo que valía la pena, y perdiste lo que nunca fue tuyo como posesión…

Templario y caballero, guerrero, confía en tu «yo» Templario, tu tesón, tu voluntad, tu trabajo, tu coraje, tu dedicación son testigo de ello. Todo Templario es arquero porque también el arco es la vida, de él, viene toda la energía, la flecha es tu intención, (es lo que une la fuerza del arco con el centro del blanco), y el blanco es el objetivo que hemos de alcanzar como soldados de la Blanca Milicia.

Escucha tu «yo» templario, Caballero, porque no vale ser buena persona y no aportar, no vale no crear, no vale no decidir, no vale que te lleven siempre y que te de igual ir o no ir.

Templario y caballero, hay un camino invisible y hay momentos durante nuestro viaje hacia la vida .Nuestro camino puede estar empañado por la niebla de incertidumbres ,cegándonos y poniéndonos en confusiones enquistadas, bloqueando nuestra vista a la vida.


Confiamos en lo que vemos con nuestros ojos ,pero a veces lo que vemos  no es lo que parece ser ,engañándonos ,pero cuando permites que tu corazón guíe tu mente y tu alma , tu «yo» Templario, tal luz guía que surge en magnitud iluminando el  camino que te lleva a casa, con Fe en el camino de nuestro Señor

Caballeros Templarios, guerreros, hay que hacer caso a nuestro yo Templario, somos instantes y la vida se mide por cómo los vivimos, respiramos y sentimos.

Cada instante que podemos vivir es único, irrepetible e irrecuperable, pero nos empeñamos en medir la vida por los momentos en que respiramos, y deberíamos medirla por los momentos que nos quedamos sin aliento, porque un momento vivido con intensidad es una vida entera en sí mismo.

Templario y caballero, confía en tu “ yo» templario y recuerda que si no existe en tu mente tampoco existirá en tu vida, porque todos formamos parte de algo más grande, hay que mostrar nuestra alma al resto del mundo y encender un faro para que aquellos que están perdidos encuentren el camino al Temple, con la ayuda de nuestra Señora, para la mayor gloria de Dios.

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