LA LLAVE HACIA DIOS
La llave hacia Dios. Las puertas generalmente se abren con una llave. Las puertas del avance, de la nueva Vida se abren con la misma llave que has de abrir tu corazón, la llave de tu decisión, de tu Voluntad de tu Compromiso. No hay duplicados, ni cerrajeros que puedan abrir esa puerta por ti, a nadie más que al elegido le es dada su llave personal…ahora hay que saber dónde está la cerradura y saber hacer girar esa llave,
Nuestro Señor Jesucristo fue el cerrajero que nos dio las llaves a cada uno de nosotros, Nuestra Señora María de Magdala quien despejó los caminos de la duda el sufrimiento y la fidelidad. Es, pues, nuestro deber como Templarios saber encontrar ese camino despejado y saber abrir esa puerta que tanto buscamos en silencio y que ya es hora de alzar la voz anunciando su encuentro.
Pero no se puede caminar solo dentro de un edificio tan grande, hay muchas cerraduras, muchos pisos para poder hallar el uso de tu llave a la primera. Fallarás, dudarás, padecerás, te sentirás desalentado, te creerás solo…. querrás abandonar. Pero no, no es decisión tuya, ya has sido elegido, ya te seleccionó el Rey de Reyes como su Soldado y tu primera misión es hallar esa puerta donde encaje tu llave. No tengas prisa, es única y solamente tú la puedes usar. Pero no lo hagas solo, no seas tan incrédulo, tan ignorante pensándote autodidacta porque nadie, ni Nuestro Señor, nació enseñado.
Fórmate de manera seria, consciente y trabaja con la Verdad, la Humildad y la Entrega. Cuando hagas eso ya empiezas a ser templario, mientras tanto eres un simple soñador de cuentos de hadas y de príncipes millonarios en un mundo que debe descender de los Pobres Caballeros de Cristo. Abre tu puerta, decídete a ver lo que hay detrás de ella, no te llames Templario, que la gente (que no es quien para hacerlo) te juzgue y te lo llamen a tu paso: ¡¡¡¡Mirad, mirad, mirad…por ahí va un Templario, por ahí va la llave hacia Dios!!!!!
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