Templario ¿Acción o Intención ?

Templario ¿Acción o Intención ?

Templario ¿ Acción o intención ? ¿Cómo podemos diferenciar? Con comprensión, con sabiduría, con una visión superior. Somos conscientes de que en la vida venimos a experimentar lecciones para “aprender” de ellas (volvernos más sabios y conscientes), por tanto, lo único que debemos hacer para lograr aceptar es cambiar nuestro enfoque, a tomar la decisión de acción o intención.

Es decir, cambiar nuestra manera de ver las cosas, mirar con sabiduría, sin identificarnos con la experiencia en sí, ya que es en la propia experiencia donde se esconde el aprendizaje, la lección. Si cambiamos nuestra percepción de las cosas, podremos lograr más comprensión y, por tanto, más aceptación.

Cada vez que te ocurra un sufrimiento, no lo guardes. Deja que suceda, pero no lo nutras. Recuerda una de las leyes de atracción: »a todo lo que le das tu atención, crece’‘.

El eslabón entre acción e intención es la voluntad, de modo que es esa voluntad la propulsora de la intención hacia la acción, y así, el poder de la intención se manifiesta precisamente en la acción, la cual nos ayuda a concretar el genio que hay en nosotros y a empezar a poner en práctica nuestra inspiración.


El término intención proviene del latín y significa “tirar hacia delante”, es la propensión y la disposición inicial de nuestra mente hacia un objetivo: como tensar la cuerda del arco para lanzar la flecha y dar en el blanco.

Ahora bien, la intención interactúa con la visión porque inspira la proyección; por decirlo de alguna manera, ayuda a mantener un contexto visionario hacia objetivos concretos. Es un valor mágico con un poder tal, que hace de las aspiraciones y de los deseos, una realidad. “Así como una vela no brilla sin fuego, el hombre no puede existir sin una vida espiritual.»

La vida espiritual se basa en un nuevo lenguaje, el silencio, y en una visión que se enfoca en el sentido superior y trascendente de la vida.

Permite experimentar la dimensión espiritual, reconocer la importancia de los pensamientos y de la conciencia que estos crean.

Templario y Caballero, guerrero sé siempre agradecido con esa persona que, desde su forma de ser bondadosa, siempre te ayuda a ser más humano, más sensible, más empático, más sencillo y humilde.

Esa persona que de una manera inesperada supo escucharte comprensivamente, esa persona que te aconseja y ayuda a revelar la riqueza interior en ti escondida, esa persona que corrigiéndote amorosamente desde su cariño, te guio por un buen camino, esa persona que con su vida incansable pero guerrera te enseñó a luchar, esa persona que aun estando lejos, a cientos o miles de kilómetros, lo sientes cerca, esa persona que día a día te trasmite optimismo y positividad, animándote a crecer y te acepta como eres, esa persona que descubriste un día cualquiera, pero en el momento preciso, para que se quedará siempre en ti.

El corazón del templario no es vanidoso, trabaja con humildad, sin desfiles, ni buscando posiciones de grandeza.

El templario busca dentro de sí mismo, asumiendo su compromiso para con la Orden ya que no tiene mayor importancia la obediencia sino la pureza de su corazón y la nobleza con la que respeta los valores.

Solo sé desde la humildad, porque ser humilde no es ser débil.


Caballero y Templario, diferencia entre acción e intención, cuida que los pies te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son solo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos, que los ojos reconozcan la diferencia entre un águila y el vuelo que la sostiene.

Aunque se detenga seguirá siendo una águila – y es conveniente que lo sepas, para que no confundas el sol con la luz, ni el cielo con la voz que lo nombra, que las manos se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir.

El gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean, que el oído sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia, que las rodillas te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo de descanso y oración hacia nuestro Señor.

Templarios y Caballero, que la espalda sea tu mejor soporte y no la carga más pesada, que tu boca refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes, los dientes que te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros.

Que la lengua encuentre las palabras más exactas para expresarte sin que te malinterpreten ,que las uñas crezcan lo suficiente para protegerte, sin lastimar a nadie ,que la piel te sirva de puente y no de valla ,que el pelo le de abrigo a tus ideas, que siempre adornan más que un buen peinado ,que los brazos sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie ,que el corazón toque su música con amor, para que tu vida sea un paso hacia delante , para mayor gloria de Cristo nuestro Señor.

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