Brisas Navideñas

Las brisas navideñas están en el aire, el tiempo suavemente va a la deriva, añadiendo recuerdos a nuestras vidas, familiares, amigos, lugares, felicidad y tristeza, todo se forma como parte, como sedimentos de nuestro ser.

En los tiempos extraordinarios que estamos viviendo, en los que la ambición sin límite de unos pocos, y la inconsciencia, dejadez y laxitud de la gran mayoría, nos conducen en dirección a lo que parece ser un abismo de destrucción de todo lo conocido, al estallido sin control de una gravísima infección que lleva tanto tiempo gestándose, y aún continúa sin ser evidente para tantos.

Ahí en medio, justo en medio de este caos, se abre el camino del templario, del guerrero, porque no nos queda otra que luchar.

Una vez más llega la brisa de la temporada navideña, un sentimiento de felicidad para ti y para mí, a veces de tristeza por los tiempos pasados, por los que ya no están, pero me gusta lo que vemos mirando a través de los ojos de los niños, mientras cantan los villancicos con deleite.

Son tiempos para el recuerdo y la renovación tanto de nuestra alma como de la existencia mortal, de reavivar el fuego interior, de hacer surgir la llama de la pasión que sigue ardiendo en nuestros corazones como un latir, en adagio sincrónico con el oleaje en caricias mientras la bola de fuego carmesí se hunde en las sonrisas y los villancicos.

Ahora, mientras nos preparamos nuevamente para nuestro próximo viaje hacia el mar abierto de la vida, debemos por ahora disfrutar de las bendiciones que nuestro Padre Celestial nos brinda en el calor y la luz de nuestros hogares y círculos familiares, ya sea cercana o lejos de una tierra lejana el espíritu siempre nos guiará a casa deseándote una Feliz Navidad y un mejor Año venidero.