Buscadores Peregrinos de la Vida
Templarios y Caballeros, somos buscadores peregrinos de la vida siempre caminando hacia un horizonte de esperanza que construimos paso a paso, a fuerza de compromiso solidario y capacidad para contemplar la vida en su profundidad.
Por muy perdidos que podamos sentirnos en esta vida, siempre hay un camino que nos lleva hacia la salida, hacia la luz, hacia la esperanza.
Honra la labor de un gran corazón…Hubo un tiempo en que pensamos que no podríamos, y no pudimos, creímos que no sabíamos nada y nada supimos pensábamos que no tendríamos fuerzas, y flaqueamos, creíamos que era demasiada carga y nos caímos.
Subestimamos nuestra capacidad y no fuimos capaces, luego aprendimos que, si creíamos que podemos, podríamos, que sabemos más de lo que ni siquiera imaginamos y que tenemos las fuerzas que decidimos tener.
No hay carga que nuestros hombros no puedan soportar y que podemos llegar adónde nosotros nos lo proponemos.
Así que tu Caballero Templario, cuéntale libremente, a todo aquel que quiere escucharte los miles de docenas de historias compartidas y vibra con él.
Cuéntale sin miedos, porque él que escucha sabe de su fortaleza, de su poder, de lo grande que es y no dejará que ninguna herida lo doblegue, siente con él.
Cuéntale tus penas y alegrías, todas las diferencias y dudas, comulga con él, no te preocupes porque ninguna indiferencia lo cansará, sé con él.
La libertad no es escoger un camino, sino rebelarse contra todos los que quieren imponerte uno.
¿A qué no confundes el hielo con el fuego, aunque ambos quemen?
¿A qué no confundes lo ácido con lo amargo, aunque su reacción se parezca o su sabor se asemeje?
Templarios y Caballeros, somos buscadores, peregrinos de de vida, no os confundáis, por que la sabiduría es el reconocimiento de que yo soy nada y amor es el reconocimiento de que yo soy todo y entre estos dos, la vida fluye.
No te molestes si la gente te busca solo cuando te necesita, eres privilegiado de ser la vela que ilumina su oscuridad y no te pares a pensar en el tiempo perdido, porque si lo haces, piensa que lo estás perdiendo de nuevo.
La libertad no es escoger un camino, sino rebelarse contra todos los que quieren imponerte uno.
La humildad, consiste en hacer el viaje por la vida, solo con el equipaje necesario.
Si actuamos con humildad también somos virtuosos y guardamos altruismo porque esa virtud ha renunciado a la posesividad. No existe nada más bello que vestirse de esa humildad…. la humildad del gesto, de la palabra, la humildad del alma, con un corazón sencillo, pero sincero, es nuestro manto blanco, en la humildad está el secreto de lo verdaderamente grande.
Caballeros y templarios, somos buscadores, peregrinos de la vida y a veces tropezamos con las tempestades, pero cuando observes cerca nubes amenazadoras, no dobles tu manto, no cruces tus brazos, haz como el águila, abre largamente tus alas, mira la situación, desenvaina tu espada y vuela alto por encima de esas situaciones complicadas que la vida te trae.
Las tempestades son efímeras, temporales… pasan y todo queda en calma, y el espíritu del Templario, del guerrero no se queja de nada, porque no nació para perder o ganar. Nació para luchar y como si fuera que cada batalla fuese la última que se libra en la faz de la tierra.
Cada golpe de su espada trae consigo siglos de sabiduría y meditación. El golpe necesita tener la fuerza y la habilidad de todos los hermanos ancestros, que aún hoy continúan bendiciendo la lucha. Cada movimiento en combate honra los movimientos que tantas generaciones templarías procuraron transmitir a través de la Tradición.
Somos Templarios, buscadores, peregrinos de la vida y la voz sabia de nuestro Señor que nos guía desde nuestro interior, nos da siempre lo que es justo y nos corresponde.
Aceptamos y amamos la vida tal como es. Sin distorsiones. Siendo vulnerables a veces y sintiendo la tristeza, el miedo, el enojo, la compasión, la Fe, el amor, la impotencia, la empatía, la confianza, esperanza y alegría, pero sintiéndolo hasta en los huesos si ha de suceder así porque si nos falta algo, nos falta el aprendizaje, para mayor gloria de nuestro Señor.
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Excelente artículo. Desearía considerarme un templario, pero me falta mucho conocimiento.
Conocimiento profundo de la humildad. Digno ejemplo.