DAMA TEMPLARIA, UNA GUERRERA
Una dama templaría, una guerrera no pasa sus días intentando representar el papel que los otros escogieron para ella.
La dama templaría y guerrera invencible aceptó en su corazón la peor de las derrotas, pero sostiene la mirada de su mente en la victoria segura. Toda mujer tiene una guerrera en el alma…Una guerrera que lucha por concretar sus sueños, que avanza con firmeza, que no se deja vencer por las adversidades y que no se rinde jamás. Ellas han sentido pertenecer a la antigüedad más profunda, han estado en el fuego más ancestral y enfurecido, han conocido las leyendas más tristes de los tiempos, y aún sienten en el alma, que al mundo al que pertenecen se desvanece en una bruma…
Tú, dama templaria, guerrera, cubierta con tu blanco manto y siendo el alma de la Blanca Milicia de nuestro Señor, aprende a bucear en lo profundo, pero no te hundas y sal a la superficie donde se respira bien. Lo que no dejas ir, lo cargas, lo que cargas, te pesa y lo que te pesa, te hunde…respira y lleva la Gloria en el nombre de nuestro Señor.
Guerrera verdadera, dama templaria, tu solo lleva por carga tus pensamientos, y nuestro Señor determinará si eres libre y ligera o pesada y agobiada… siempre hay que honrar la Palabra de Dios, y practicar el arte de soltar, perdonar y dejar ir….
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