La Cruz de Colon

¿QUE SIGNIFICA LA CRUZ  DE COLÓN?

La Cruz de Colon. La etimología aproximada del nombre griego Cristóbal sería el que lleva consigo a Cristo. Por este motivo, junto a la firma anterior a 1492 del famoso navegante, aparecía la leyenda XPO FERENS.

Muchos, entre ellos Bartolomé de las Casas, erróneamente, ha traducido «Xpo Ferens» como “Traedor o llevador de Christo”. Lo cierto es que Ferens es dativo, por lo que la traducción correcta sería “El que lleva para Cristo”. Así, muchos investigadores, se pregunten qué fue lo que Colón «llevó o portó para Cristo”:

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Lo que todos los biógrafos de Colón obvian según la propia Varela, es que todos sus escritos…, repito…, todos… incluso los recibos, van precedidos por una CRUZ. Lo que ya no está nada claro, es la afirmación hecha por Hernando y las Casas de que también utilizase la jaculatoria “Jesús Cum Maria sit nobis in via” ( Jesús con María en nuestro camino), ya que como expone la investigadora, dicho encabezamiento sólo figura en tres de sus autógrafos, y precisamente en aquellos sobre los que pesa la sospecha de una ulterior manipulación.

La firma de Colón es Xpo FERENS. Podemos advertir que hay dos partes bien diferenciadas por el uso de mayúsculas y minúsculas. Por un lado, tenemos Xpo y por otro FERENS. Xpo son letras griegas, concretamente una ji mayúscula, una ro minúscula y una omicrón minúscula. Son la abreviatura de alguna de las formas de Xpistós (Ji-ro-iota-sigma-tau-omicrón-sigma) nominativo singular masculino del adjetivo Xpistós -n -e (ungido, ungida, ungido traducción al griego del hebreo “mesías”, en español Cristo).

FERENS es el nominativo de participio presente de la voz activa del verbo fero, fers, ferre, tuli, latum (irregular de la 3ª declinación) cuyo significado es llevar. Por tanto “ferens” es “el que lleva” no “el que lleva a” ni “el que lleva para” porque un caso u otro no viene dado por la forma verbal sino por las restantes palabras de la oración.

firma de Colon

Lo que lleva (objeto directo) vendrá dado en acusativo, a quien lo lleva (objeto indirecto) en dativo, cuando lo lleva (complemento circunstancial) en ablativo… Si ambas palabras estuvieran en latín, Christumferens sería el que lleva a Cristo (pese a la “a” que es obligada en la traducción al español al ser el objeto directo una persona, entiéndase que es eso, objeto directo, y no indirecto, es decir que lleva algo que es Cristo para una(s) persona(s) que no se menciona(n)) y Christoferens el que lleva (algo que no se menciona) a o para Cristo.

Por tanto, en ese caso se tiene razón cuando se asegura que Xpo sólo podría ser la abreviatura de Christo (dativo y por tanto objeto indirecto) y nunca de Christum (acusativo y por tanto objeto directo).

El problema, claro, es que las dos palabras no están en latín porque Xpistós es griego (en latín es Christus -i) y en esa lengua el acusativo es Xpiston (Ji-ro-iota-sigma-tau-omicrón-ni) y, por tanto, Xpo es una abreviatura correcta mientras que el dativo sería Xpisto (Ji-ro-iota-sigma-tau-omega) y, por tanto, Xpo no sería una abreviatura correcta porque tendría que figurar una omega en vez de una omicrón.

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Todo esto es necesario para demostrar que XpoFERENS sí debe traducirse como “el que lleva a Cristo”, es decir, uno de los lemas de la Orden de Cristo.

Ahora veamos qué dice la Wikipedia sobre la Orden de Cristo.

En los siglos XII y XIII, en plena Reconquista, la Orden de los Caballeros Templarios ayudó a los portugueses en las batallas contra los musulmanes. Como recompensa recibieron extensas tierras y poder político. Los castillos, iglesias y poblados prosperaron bajo su protección.

En 1314 el papa Clemente V suprimió la rica y poderosa orden del Temple. En 1319 el rey Don Dinis asignó las propiedades portuguesas y privilegios de los templarios a la recién fundada Orden de Cristo, que se convirtió así en la continuación del Temple en Portugal. No obstante, la Orden de Cristo mantenía una fuerte vinculación con la corona portuguesa, que se arrogó desde el principio el derecho a nombrar el Gran Maestre.

Eso, junto al abandono de la Regla del Temple, en cuanto a nombramiento de cargos, normas de ingreso e independencia frente al poder secular, permite considerar a la Orden de Cristo como una sucesión del Temple en un aspecto meramente formal, a fin de dar cabida al enorme potencial humano y recursos económicos de los caballeros templarios, fundamentales para mantener Portugal a salvo de invasiones o incursiones enemigas.

De hecho, la Orden de Cristo tomó como sede Castro Marim, a fin de proteger el Algarve portugués. No obstante, en 1357 la sede ya se había instalado en Tomar, la antigua sede de los Templarios. La nueva Orden tomaría como Regla la de San Benito y las Constituciones de Calatrava.

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¿Y esta descripción para qué sirve?

Para demostrar una cosa sencillamente. Que Cristóbal Colón no llevaba en sus velas la cruz templaria, como muchos conspiranoicos y amantes del misterio nos quieren hacer ver, sino simplemente la cruz de la Orden de Cristo.

De hecho, esta cruz era el emblema de la era del descubrimiento, portándose en las carracas y en las carabelas, tanto portuguesas como castellanas (de vela cuadrada), que al permitir más carga prescindían de la navegación de cabotaje.

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