A lo largo de casi dos mil años, la historia de la Iglesia Católica ha estado marcada por una enseñanza férrea, doctrinas estrictas y, lamentablemente, también por mentiras y engaños. Este panorama ha provocado que pocos cristianos conozcan verdaderamente a María Magdalena y su papel crucial como puente entre la Tierra y el Cielo. En cambio, se ha atribuido erróneamente esta responsabilidad a Simón, conocido como el primer Papa. Sin embargo, la realidad es que en su época no existía el papado tal como lo conocemos hoy, sino episcopados.
El Verdadero Legado de María Magdalena
Para ser un verdadero puente de luz entre el cielo y la tierra, la persona elegida debía ser nombrada por Jesús mismo, formada e instruida por Él, y dejada como paráclito y sucesora suya, además de depositaria del Secreto Mesiánico. Todo esto fue otorgado a María Magdalena, no a Simón. Aunque un evangelio menciona la célebre frase “tú eres Pedro y sobre ti edificaré mi iglesia”, esto es difícil de aceptar como verdad absoluta, pese a ser un dogma de la Iglesia Católica.
La Institución del Papado y su Controversia
El dogma que sostiene que Simón Pedro fue instituido por Cristo como príncipe de todos los apóstoles y primado de la Iglesia, data de 1869/70, durante el Concilio Vaticano I. Esto significa que hasta el siglo XIX, la Iglesia no había formalizado esta norma, lo que añade una capa de complejidad a la discusión sobre el verdadero heredero de las enseñanzas de Jesús.
María Magdalena: Esposa y Discípula de Jesús
Entre sus apóstoles, que eran al menos trece, y sus cientos de discípulos, Jesús escogió a su esposa María Magdalena como depositaria de sus principales enseñanzas, del conocimiento del Secreto Mesiánico y del auténtico esoterismo de Cristo. La instituyó como mujer paráclito, un verdadero puente de luz entre el cielo y la tierra. Fue la primera, y posiblemente no la única, persona capaz de abrir el canal entre la humanidad y Él mismo.
El Papel de María Magdalena en el Conocimiento Esotérico de Cristo
Jesús enseñó claramente que Él era el único camino para llegar al Padre. María Magdalena, como su esposa y discípula más cercana, fue instruida en los misterios más profundos de su enseñanza. Su papel fue mucho más significativo de lo que la historia oficial de la Iglesia ha reconocido. Fue ella quien recibió el conocimiento del Secreto Mesiánico, una verdad que ha sido ocultada y distorsionada a lo largo de los siglos.
Conclusión: Redescubriendo a María Magdalena
Es hora de redescubrir y reconocer el verdadero papel de María Magdalena en la historia del cristianismo. Su legado como puente entre la Tierra y el Cielo es un testimonio de su profunda conexión espiritual y su importante lugar en las enseñanzas de Jesús. La historia debe ser revisada y su verdad restaurada, permitiendo a los fieles comprender y apreciar la verdadera esencia del esoterismo cristiano y el papel fundamental de María Magdalena en él.