El Temple está en ti

El Temple está en ti

Templario y caballero, el Temple está en ti, está donde se encuentra el corazón. Por eso el corazón de un templario, es un corazón como un espejo limpio y transparente, que transmite las emociones sin necesidad de palabras, que muestra sin necesidad de máscaras y da lo que simplemente es, porque un verdadero Caballero Templario no enseña con palabras sino con sus actos como un digno soldado de la Blanca Milicia.

El Temple esta en ti, caballero y templario, guerrero, y si la mente te recuerda lo malo, lo difícil, lo negativo, recuérdale tú a ella siempre tu grandeza, tu inmensidad, tu pasión, tu fortaleza, la valentía y la belleza que obra en ti, enséñale tu corazón.

Cuando no existe un enemigo en tu interior, los enemigos exteriores no pueden causarte daño alguno, porque si queremos alcanzar algo, solo debemos ponernos en pie, después nos pondremos en marcha, en dirección a lo que queremos y deseamos conseguir.


Caballero y Templario, busca el Temple que está en ti, porque el que no se levanta, el que no hace, el que no camina, el que no intenta alcanzar lo que sueña, convierte sus sueños en quimeras, la ensoñación lo consuela y la frustración lo destroza. Pon tu Manto Blanco sobre tus hombros, hinca la rodilla ante Cristo y ora, busca tu paz interior y encuentras tu esencia, el Temple que está en ti. Cuando lo hagas sentirás que a nada le temes, porque ya te has encontrado a ti mismo.

Siempre debemos buscar el Temple en nuestro corazón, esa energía, el sentimiento, el calor de una voz, un lugar, una compañía, cada instante es único e irrepetible, esa es la esencia de los momentos del corazón, de los que se quedan tatuados sin tinta. Nunca te disculpes por ser sensible o emocional, esto es una señal de que tienes un gran corazón y no tienes miedo de dejar que otros lo vean, mostrar tus emociones es un signo de fortaleza, de que el Temple esta en ti.

Templarios y caballeros, las batallas más importantes en la vida son las que libramos todos los días, en la agonía de los momentos que pronto terminan, en los sueños que aún no se han realizado y en la tristeza que acompaña a veces nuestra vida, pero solo son batallas, no son guerras y todo instante tiene su momento exacto.


El Temple esta en ti Caballero y Templario y no hay que dar demasiada importancia y menos desesperarse si no te creen o te mienten, si por más que insistes en que te entiendan no lo consigues. A veces por muy triste que nos parezcan algunas cosas, con el tiempo todo se descubre, las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas. Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo.

Templario y Caballero, nadie camina por la vida sin haber pisado en falso muchas veces, y tú, con la grandeza de tu corazón, ¡siéntelo! Siente el Temple que hay en ti, que te dice que ahora no es el momento ni el día de detener los pasos, hurgar en las heridas y dejar caer los brazos ¡No !, ahora es el momento, es tiempo de apretar los dientes, buscar la ilusión, luchar por tus sueños, por tu Fe y con la esperanza de un mundo mejor.

Caballero y Templario acuérdate que el Temple está en ti y si el despertar duele, el caminar cansa, y si los sueños huyen, tú sigues sonriendo, que la vida es tan solo un espejo y tú eres mucho más que el reflejo de una imagen, para la Mayor Gloria de Nuestro Señor.

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